Finca Rodma desembarcó en Ribera del Duero en 2019, año en el que se cosecharon las uvas de la variedad tempranillo que sirvieron para elaborar sus tres primeros vinos: Finca Rodma Selección, Finca Rodma Avizor y Gran Rodma, el más premium de la gama.
Con un viñedo ubicado en un entorno único, la conocida como «milla de oro» de Ribera del Duero, y gracias al máximo respeto por la uva tanto en el campo como durante la elaboración en bodega, Finca Rodma ha logrado convertirse en un referente de calidad en una de las denominaciones de origen de mayor prestigio internacional. Además, en tan solo tres años, la bodega ha conseguido estar presente en 10 mercados y su vocación pasa por seguir dando a conocer el carácter único de sus vinos a lo largo del mundo.
Vinos exclusivos de una añada «excepcional»
2019 fue un año «excepcional» en Ribera del Duero. Las condiciones climatológicas propiciaron que las uvas se encontraran en un excelente estado durante la vendimia. La mayor parte del viñedo de Finca Rodma se encuentra alrededor de la bodega, lo que permite un mayor control de la uva. La recogida se realizó de manera manual en cajas de 15 kilos con el objetivo de cuidar al máximo la fruta. Tras esta primera selección en el terreno, las uvas pasaron por un riguroso de control en las mesas, donde solo las que se encontraban en óptimas condiciones continuaron su recorrido en la bodega.
Antonio Nieto, enólogo de Finca Rodma y del Grupo Valdecuevas desde 2014, parte de una elaboración artesanal con la tecnología como aliada para que el proceso sea respetuoso. Con este objetivo, se sirve de la ley de la gravedad para mover tanto la fruta como el mosto desde su recepción hasta la fermentación. Una unión entre tradición y vanguardia que da como resultado vinos naturales, en los que se pueden apreciar mejor sus cualidades, con personalidad propia y de una extraordinaria calidad.
Con la mirada puesta en el modelo del «chateau» francés, Finca Rodma está muy ligada a la naturaleza. Las peculiaridades de la zona, con el río Duero como gran protagonista, determina el clima y las características del suelo -, dos elementos claves en la calidad de la uva. Finca Rodma, contextualiza la esencia de sus vinos con un relato en el protagonismo recae en la unión con el entorno de dos de los animales que habitan estas tierras: la trucha y el águila.
- Finca Rodma Selección 2019 – «La trucha eligió vivir en las aguas únicas del río Duero, cuya ribera concede las características tan especiales a nuestros viñedos creando las condiciones perfectas para un terroir exigente y lleno de personalidad».
Se trata de un vino complejo, fino, limpio y elegante con el que la bodega se dio a conocer en junio de 2021. Desde entonces, de las 30.000 botellas que salieron al mercado, se ha vendido la mitad de la producción. Una gran acogida para un vino redondo, con cuerpo, buena acidez, taninos maduros y pulidos, persistente y sedoso. De un brillante color picota profundo, en boca predomina la fruta roja madura, con tonos de regaliz, frutos del bosque y cereza negra, junto con leves toques de vainilla y canela. El tostado de la madera aparece muy sutil.
Variedad: 100% Tempranillo.
Tipo de crianza: 12 meses en barrica de roble francés (60%) y americano (40%).
- Finca Rodma Avizor 2019– «El águila eligió su hábitat en la misma zona de nuestros viñedos, a una altura considerable sobre el nivel del mar que forja el carácter indomable y exquisito de una uva y, por ende, de un vino incomparable».
Septiembre de 2021 fue el turno para el vino intermedio de la gama del que se pusieron a la venta 18.000 botellas. Con un tercio de la producción vendida, Finca Rodma Avizor 2019 no para de cosechar excelentes críticas. De hecho, ha sido uno de los vinos seleccionados para la cena de gala posterior a la entrega de los premios IWC Merchant Awards, celebrada el 28 de noviembre en el Hotel Westing Palace de Madrid.
Es un vino equilibrado, intenso, largo y atractivo elaborado con uvas procedentes de un viñedo situado en suelos calizos a una altitud superior de 900 metros. Tiene un color rojo picota profundo y brillante. En nariz es intenso con notas de cereza, frutos negros y violetas, combinado con especias y hierbas aromáticas. La entrada en boca es suave, tierna y cremosa muy persistente mostrando la elegancia y el equilibrio del vino. Las notas amaderadas se combinan armoniosamente con la fruta, reapareciendo en la fase retronasal junto con los dulces, el regaliz y los tostados de las barricas de roble francés.
Variedad: 100% Tempranillo.
Tipo de crianza: 15 meses en barrica de roble francés.
- Gran Rodma 2019 – «La unión. El águila eligió que la trucha sería su presa, haciendo que el ciclo natural se mantenga latiendo en perfecta armonía en pleno corazón de la ribera del Duero. Al igual que nosotros elegimos, una a una, cada uva que produce este vino tan extraordinario».
Hasta octubre de 2022 hubo que esperar para disfrutar del buque insignia de la bodega, el exclusivo Gran Rodma 2019. Complejo, estructurado, sedoso y elegante, es el vino más alto de gama de la bodega del que salieron al mercado 3.000 botellas. Solo se elabora con uva de una calidad excepcional procedentes de un viñedo de más de 60 años. De color granate profundo con borde violeta, es complejo en nariz, con buen cuerpo y elegante. Los aromas a frutas del bosque, regaliz, especias dulces, chocolate negro y café se complementan con notas balsámicas y una madera sutil. En el paladar es sedoso, con estructura, lleno de matices y buena acidez. El final es largo y fresco con gran protagonismo para la fruta. Aunque en poco más de un mes, se ha vendido un tercio de la producción, se trata de un vino de guarda con un potencial de hasta 10 años.
Variedad: 100% Tempranillo.
Tipo de crianza: 20 meses en barrica de roble francés de grano fino y 18 meses en botella.
Finca Rodma, una bodega familiar
Finca Rodma inició su andadura en 2019 cuando la familia Martín Rodríguez (Grupo Valdecuevas), decidió ampliar su catálogo de productos agroalimentarios, un sector al que están ligados desde hacen más de 40 años. Con el propósito de convertirse en un referente en cuanto a vinos de calidad, la ubicación elegida fue la conocida como «milla de oro» de Ribera del Duero que acoge a algunas de las bodegas más famosas del mundo
